Fabián Kon es gerente General del Banco Galicia desde 2016. Antes, fue gerente de Banca Minorista, y gerente General y presidente de Galicia Seguros. Se incorporó al banco tras pasar por firmas como Ernst & Young, Arthur Andersen, Accenture, Grupo Román, Exolgan y Tradecom Argentina. Es contador, graduado en Escuela de Negocios, CEOs Program, en Kellogg School of Business de España y Líderes Sociales en la Universidad Torcuato Di Tella.

En su balance del año, Fabián Kon, gerente General del Banco Galicia, enumera logros como el crecimiento en la cantidad de clientes y en el volumen de créditos, pero destaca uno en especial: haber alcanzado el primer lugar entre las mejores empresas para trabajar en la Argentina, otorgado por la organización global Great Place to Work, dedicada a la investigación y consultoría de clima y cultura organizacional. “Era un objetivo que teníamos hace años”, asegura.

¿Qué cambios implementaron para alcanzar este primer puesto?

El grado de motivación, el compromiso, la identificación con la empresa hacen que la gente se desempeñe mejor, sea más creativa y más independiente. Las empresas que tienen un clima interno malo, en general, tienen a una productividad muy baja. Hace siete años hicimos la primera medición de Great Place to Work y el resultado no fue muy bueno y ahí comenzó un trabajo muy fuerte de planificación para mejorar.

Empezás a trabajar con cada palanca. Aparece el tema salarial, pero para empresas como nosotros que pagamos, en general, por arriba del mercado, es un tema de comunicación. Se trabaja mucho en beneficios y en liderazgo, en enseñarle a los jefes a ser jefes, a dirigir, motivar, inspirar y tener conversaciones orientadas a fijar objetivos. Es muy común que la gente no tenga muy claro cuál es la expectativa de su jefe y ahí empieza la cosa medio torcida.

¿Qué políticas de Recursos Humanos implementaron para lograr el cambio?

Este año, las políticas giraron en torno a las conversaciones y el reconocimiento. Hicimos un cambio de paradigma. Pasamos de hacer evaluaciones de desempeño tres veces por año a una conversación constante con el líder para nutrirse de ese feedback. Esto genera más cercanía entre nuestro equipo, ya que la persona ve que su trabajo es relevante.

Invertimos una enorme cantidad de horas en capacitación. Todos los jefes pasan por la escuela del liderazgo. Hay que prepararlos para ser jefes, no es una destreza natural. Usamos mucho el coaching y contratamos profesionales que los acompañan a las reuniones, por ejemplo. También hay una correlación entre el clima interno y la opinión de los clientes. El clima tiene un impacto tremendo en una empresa de servicios.

¿Cómo evolucionó el negocio del banco este año?

Vimos la economía empezar a encarrilarse. La Argentina creció, la inflación empezó a bajar, probablemente no a la velocidad que el Gobierno y que el resto esperaba, pero está bajando, y empezó a crecer el volumen de créditos en el sistema financiero. Eso nos da una perspectiva de mediano y largo plazo excelente.

¿Cuáles son las expectativas para 2018?

Muy buenas. Todavía va a ser un año con tasas altas, pero esperamos que durante el segundo semestre empiecen a bajar. Va a ser un año de crecimiento y una demanda enorme de hipotecas, de créditos para empresas. Volvemos a hacer lo que siempre debimos a hacer y no lo que se hizo en el pasado, que era consumo, ayudar a comprar cosas en cuotas.

Esperamos que comiencen a concretarse una serie de reformas centradas en mejorar la eficiencia y la competitividad de nuestra economía, que representarán un gran desafío político para el Gobierno. Confiamos que este proceso de cambios será llevado adelante exitosamente y permitirá un crecimiento sostenible. La recuperación de la economía permitirá un desarrollo exponencial del sistema financiero, que podría duplicar su tamaño en los próximos años.

¿Les preocupa el avance de las compañías de fintech?

Por ahora, no. Alentamos el tema de Fintech y todos los años las invitamos a trabajar acá y las premiamos para que sigan invirtiendo. Desarrollan tecnología orientada a temas puntuales y normalmente terminan vinculadas a los bancos. Si tenés una idea o un aplicativo pero no tenés un universo de clientes es difícil. No nos parecen competidoras, aparecen como complementarias. Ser un banco tiene tantas regulaciones, necesita tanto capital, que es difícil para un emprendedor.

Pero ¿qué pasa cuando grandes empresas, como MercadoLibre, ofrecen créditos?

Hoy lo vemos como algo marginal y en el caso que crezcan tendrán que ser una entidad financiera y estar reguladas con las mismas regulaciones que nosotros. Hay muchas empresas que hoy entran al mercado crediticio y eso pasó toda la vida. Desde el almacén al retail de electrodomésticos. Ahora, cuando querés estructurar una relación financiera a largo plazo, tenés que ser un banco. Las regulaciones están orientadas a proteger al depositante.

FUENTE: EL CRONISTA