Con la prioridad que supone el complicado escenario que atraviesa el sector a raíz del parate de la obra pública que derivó en la pérdida de alrededor de 50 mil puestos de trabajo, la industria de la construcción se sumó al lote de actividades que decidió avanzar en un esquema de paritarias semestrales, a la espera de una mejora de la actividad económica y la desaceleración de la inflación en el último tramo del año.

Así, representantes del gremio de la Uocra y de la Cámara de la Construcción (Camarco) firmaron ayer un entendimiento que fijó un incremento salarial de 22% en un tramo para el período abril-septiembre, confirmó a este diario Gerardo Martínez, el titular del sindicato del sector. En septiembre las partes volverán a reunirse para acordar un segundo tramo del aumento, que regirá hasta marzo de 2017.

El dirigente explicó que el aumento, que beneficiará a alrededor de 390 mil obreros de la construcción, elevará el sueldo mínimo promedio en la actividad a $ 10.500 y anticipó que en los próximos días será remitido al Ministerio de Trabajo para su homologación.

Además, Martínez justificó la determinación de avanzar con un acuerdo paritario de corto plazo en la necesidad de “cuidar el empleo” en el sector. “La construcción es una actividad muy dinámica en la que no hay garantías de estabilidad de las fuentes de trabajo. La intención del acuerdo fue cuidar al mismo tiempo el poder adquisitivo de los salarios y asegurarnos continuidad del empleo”, afirmó el dirigente.

Con el convenio de ayer, la construcción se convirtió en el primer sector de la industria en incorporarse al esquema de paritarias cortas ante la incertidumbre sobre la evolución de la inflación en el segundo semestre del año. El puntapié en ese tipo de acuerdos lo dio semanas atrás el comercio con la firma de un incremento semestral de 20% más el pago de dos sumas no remunerativas que llevaron el aumento promedio al 23%.

También cerraron sus paritarias con esa referencia los trabajadores de estaciones de servicio y el personal del sector frigorífico, con subas que promediaron el 22%.

La alternativa de un esquema de doble paritaria anual fue evaluado, además, en las negociaciones en marcha que involucran a la industria metalúrgica, la aceitera y la actividad bancaria, aunque por ahora las partes parecen decididas a privilegiar la apuesta por acuerdos por 12 meses con una expectativa de incrementos promedio del 35%. Para apuntalar esa pretensión los bancarios cumplieron ayer con un paro nacional de 24 horas, en tanto que el gremio que lidera Antonio Caló se manifestó contra las cámaras empresarias del sector con la amenaza de disponer un inminente plan de lucha.

Preocupan los despidos

Pese al acuerdo salarial y el avance de las negociaciones con el Gobierno para comenzar a reactivar los planes de obra pública paralizados, en la construcción siguen preocupados por el futuro de la actividad y su impacto sobre el empleo, donde –según los cálculos de empresarios y sindicalistas– ya se perdieron 54 mil puestos.

En esa línea, ayer la seccional porteña de la Uocra realizó una multitudinaria protesta frente a la sede del Gobierno de la Ciudad ubicada en el barrio de Parque Patricios para reclamar la reactivación de la obra pública y denunciar la pérdida de 7000 puestos de trabajo. Durante la concentración, el gremio pidió “la apertura de todas aquellas obras que están licitadas y que se retomen los proyectos de infraestructura que están paralizados o con un ritmo mínimo de ejecución”.

Fuente: Cronista.com