La negociación salarial en la industria metalúrgica, una de las paritarias de referencia para el sector privado, ingresará la próxima semana en etapa de definiciones. Las conversaciones formales entre la conducción de la UOM, el gremio que lidera Antonio Caló, y las cámaras empresarias de la actividad se iniciaron el jueves pasado con la formalización de un reclamo de un incremento anual escalonado que llega al 42% sobre el actual piso salarial del sector, lo que supone elevar ese mínimo de $ 8000 a $ 11.360.
Pese a la pretensión sindical de avanzar en un acuerdo por un año, y hasta ofrecieron la alternativa de que el aumento se implemente en tres tramos (abril, julio y septiembre), la intención empresaria apunta a negociar un desdoblamiento de la paritaria. En ese sentido, el esquema que evalúan las cámaras (Adimra, Afac, Afarte, Camima y Fedehogar) toma como modelo el reciente acuerdo alcanzado en el marco de la discusión salarial en Comercio, donde se consensuó una suba del 20% en un tramo por el semestre abril-septiembre, además de una suma fija extraordinaria y no remunerativa de $ 2000, que eleva el aumento al 23%.
“Lo que pidió el gremio es un despropósito. El sector reconoce que hay que dar un aumento, pero en la situación que está la industria es imposible discutir sobre esos números”, indicaron a este diario desde una de las cámaras metalúrgicas, en tanto que anticiparon que llevarán una propuesta consensuada entre todas las entidades a la reunión prevista para el próximo lunes, a las 15. Al respecto, desde otra organización empresaria señalaron que a idea es avanzar en la negociación de “un acuerdo de corto plazo, por 4 o 6 meses”, para después discutir una suba para el resto del año.
Esa alternativa, sin embargo, no genera gran entusiasmo en la mayoría de los referentes de la conducción de la UOM, que desconfían de una doble negociación en medio de un escenario de creciente preocupación por el futuro del empleo en la actividad. “Nadie te asegura que en 6 meses en lugar de discutir salarios terminemos negociando cómo frenar despidos”, alertó ante este diario un importante dirigente del entorno de Caló.
A la par de la paritaria metalúrgica, también comenzaron las discusiones en otras dos actividades clave: bancarios y aceiteros. En el primer caso, la Asociación Bancaria (AB), que encabeza Sergio Palazzo, aspira a suscribir un entendimiento para todo el año con la perspectiva de un piso del 33% para la recomposición salarial.
A su vez, la federación gremial que agrupa a los trabajadores aceiteros oficializó a las cámaras agroexportadoras un reclamo de aumento salarial del 42,5%. El pedido contempla incrementar el actual sueldo mínimo de la actividad de $ 14.300 a $ 20.384 en su solo tramo a partir de abril, lo que representa la demanda salarial más alta de las formalizadas por los gremios en la actual ronda de paritarias.
Fuente: Cronista.com